He querido
encontrar
Sirenasde camino a Mercadona,
ese trayecto con pretensión de Odisea
que acaba en la Ítaca de tus verdades
y mis lechugas.
He querido
morir de gozo
por culpa de esas zorras
pájaras aladas
soberanas hijas de perra
redundantes en su animalidad
morir dulceamargamente
por ellas
porque siempre
creo
(y esto es una ventaja)
me gustaron las feas.