lunes, 20 de septiembre de 2010

'Cause this is the last dance
This is the last chance for hearts of stone...


Suceden a menudo que las verdaderas tragedias de nuestra vida ocurren de una manera tan poco artística que nos hieren con una cruda violencia, una absurda coherencia, una absurda ausencia de significado, una rotunda falta de estilo. Nos afectan como nos afecta la vulgaridad. Nos impresionan por su simple fuerza bruta y, por ello, nos indignan. A veces , no obstante, una tragedia que posee elementos artísticos de belleza se cruza en nuestras vidas. Si estoselementos estéticos son reales, la cuestión nos atrae porque buscamos en ella un efecto dramático. De repente descubrimos que ya no somos los actores, sino los espectadores de la obra. Nos miramos a nosotros mismos, y el mero encanto del espectáculo nos maravilla. En el caso presente, ¿qué es lo que ha ocurrido en la realidad? Una persona se ha quitado la vida porque te ama. Me gustaría haber pasado por una experiencia semejante. Me hubiera hecho enamorarme del amor para el resto de mis días. Las personas que me han adorado (no han sido muy numerosas , pero alguna ha habido) siempre han insistido en seguir vivas, mucho después de que yo hubiera dejado de quererlas, o ellas a mí. Se han vuelto rollizas y aburridas, y cuando me encuentro con ellas se ponen a hablar de recuerdos nada más verme. ¡Esa tremenda memoria que tiene la mujer! ¡Es algo pavoroso! ¡Y qué estancamiento intelectual tan absoluto pone de manifiesto! Uno debería absorber el color de la vida, pero sin recordar los detalles. Los detalles son siempre vulgares.

El retrato de Dorian Gray, Oscar Wilde




http://www.youtube.com/watch?v=wAP5lll108c&feature=related

...siempre evité ser un súbdito de los laureles...

1 comentario:

  1. Jooooo, ¡me encanta! ¡qué verdad!, me ha molado lo de "una rotunda falta de estilo"... xD

    CASUALITY! He escuchado Sad eyes esta mañana, creo que en Mtv o algo de eso :O

    Mañana te contaremos Nuria y yo nuestra aventura por Elche City, lloviendo, con señoras intentando clavarnos los paraguas en los ojos, etesé etesé.

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